Norma que debiera ser de obligado cumplimiento

Norma que debiera ser de obligado cumplimiento para todos
Para facilitar la organización de vehículos y saber a quienes hay que esperar en Mompía o en cualquier otro lugar de reunión de salida, se ruega muy encarecidamente enviar un mensaje bien al móvil, o bien al correo electrónico de Alberto o quien dirija la salida, indicando quiénes van a ir a la marcha, lo más tarde el viernes al mediodía, si es posible.

sábado, 9 de julio de 2016

Pico Pandian: disfrutando de la zona de Riaño

Otro sábado que se repite la misma historia, cielos muy nubosos y algo de lluvia por toda la zona norte...., menos por lo zona de Riaño, que precisamente es donde se ubica el pico Pandian, al cual hemos echado el ojo últimamente, buscando cumbres donde menos incordien las nubes.
El viaje en principio parece un poco largo, hay que llegar hasta Potes, subir el puerto de San Glorio y descender hasta Portilla de la Reina donde a cuatro km. de esta localidad comienza nuestra ruta de hoy, pero la realidad fue que solo nos llevo dos horas llegar hasta el punto donde iniciamos la ascensión al Pico Pandian.
Las nubes nos han acompañado todo el camino, pero sobre todo subiendo el puerto de San Glorio, una niebla muy cerrada acompañada de una fina lluvia, nos pone la mosca detrás de la oreja.
 -¡A ver si hemos viajado hasta aquí para mojarnos!- Pero nada mas pasar el puerto, lo que era sensación de estar casi en invierno, se convierte en luminoso verano que hace que nos vuelva la confianza de que podamos disfrutar de un gran día de montaña.

 Hoy hemos madrugado mas de la habitual, por lo que antes de las nueve nos ponemos en marcha los que se ven en la foto. Raul que no es muy aficionado a la nieve, estrena hoy temporada veraniega después de casi diez meses ausente.

Toda la ruta de hoy es totalmente desconocida para nosotros.  La idea es comenzar a ascender enseguida en busca de toda la cresteria que configura la Sierra de Hormas. Al final de esta sierra se encuentra la cumbre del Pico Pandian, que es hasta donde queremos llegar.


Comenzamos la ascensión tras recorrer unos quinientos metros la pista que se introduce en el valle de Guspiada, que es por donde tenemos pensado descender por la tarde. Lo hacemos metiéndonos por la derecha de una riega, siguiendo un sendero muy tapado por las espesas escobas que cubren toda la ladera, aunque por el momento se deja andar, ya que estas no son muy altas.
Tras seguir el sendero un rato, poco a poco este va desapareciendo, y tras cruzar la riega, tiramos para arriba un poco a lo loco, buscando las zonas por donde nos parece que las escobas son menos espesas. Pero estas cada vez son mas abundantes y de mayor tamaño, por lo que hay momentos en que nos vemos totalmente engullidos por ellas. Para complicar mas nuestra progresión, el suelo, que no vemos por las escobas, esta plagado de pequeños troncos secos y quemados, producto de alguna quema realizada hace tiempo y que hace que nos tropecemos continuamente al no ver donde ponemos los pies. Dudamos en varias ocasiones que dirección tomar y nuestra progresión se hace muy lenta. Finalmente conseguimos llegar a una zona algo boscosa donde el suelo esta mas libre de escobas y que nos permite progresar mucho mas cómodos, con gran alivio por nuestra parte.
Pero nuestra alegría dura muy poco, pues el arbolado se termina enseguida y otra vez nos vemos totalmente rodeados por las escobas.
¿Como vamos a salir de aquí? pienso, sin decir nada a mis compañeros. Jelu es el que va delante abriendo camino (¡es un decir!) y comentamos de ir tirando hacia nuestra izquierda en busca de una cresteria mas marcada que sube por esa zona y que pensamos estará mas libre de maleza.
Tras un rato de duro bregar, mis compañeros se paran un momento para reponer fuerzas, pero yo sigo un poco, inquieto por encontrar salida a este verengenal en que nos hemos metido, y de pronto ¡oh wuala! mis pies dan con un marcado sendero que tira hacia la izquierda y que en pocos metros nos saca del embrollo de las escobas y nos deposita en una loma mas limpia.
-¡Menudo alivio!.....¡de momento!, porque al poco rato, otra vez nos vemos metidos en un tramo con mas escobas, aunque esta vez, si vemos la zona donde estas acaban, y también vemos que a partir de ahí el terreno ya esta mucho mas limpio.
En la foto de arriba se ve la zona de escobas que hemos dejado atrás. Nosotros hemos venido en travesía un poco por debajo del árbol mas grande de los dos que se ven a la izquierda de la fotografía.

Ahora solo tenemos que fijar nuestro esfuerzo en ganar altura, y aunque el terreno esta muy pendiente, nos parece que es lo mas cómodo que hemos pisado nunca.

 Llegamos a unas rocas calizas que hay en la ladera por donde estamos ascendiendo, y nos parece un lugar perfecto para pararnos ha echar el susto abajo, además son ya cerca de las once y esta mañana hemos madrugado mas que otras veces.

Las vistas ya comienzan a ser muy buenas. Debajo nuestro tenemos el pueblo de Barniedo de la Reina, pueblo que visitamos hace un par de años para ascender en invierno al Alto de Aguasalio que es el pico que se ve en la parte superior izquierda de la foto, y a la Rasa que es el que se ve casi en el centro de la foto, ambos picos superan por poco los dos mil metros.

Tras reponer fuerzas y recuperarnos un poco, continuamos la ascensión en busca de la parte mas alta del cordal que nos llevará hasta el Pandian.
Julio y Sara tratando de llegar hasta el resto, tras un rato de haber ido "por libre".

 Ya comenzamos a ver toda la zona de Riaño que tiene unas vistas espectaculares.En el centro de la foto vemos Peñas Pintas, que tienen 1.985 mt.

Y este es el cordal que nos falta por recorrer para llegar al Pandian que es el último pico de la derecha.

 Ahora por el suelo, en lugar de escobas tenemos estas coloridas flores.

A nuestra derecha tenemos ya muy abajo, el valle de Guspiada por donde descenderemos por la tarde.

Progresando ya por la parte alta de la sierra, disfrutamos de magníficas vistas. En esta hacia el este, vemos al fondo parte de la Sierra de Orpiñas.

 Superando este último tramo muy pendiente, llegamos ya a lo mas alto del cordal y donde ya no encontraremos grandes cuestas hasta llegar al Pandian. Por aquí tenemos que progresar muy pegados al cortado para librarnos de las odiosas escobas.

Preciosas las montañas que rodean al pantano de Riaño.

 Nos fotografiamos los tres que estuvimos hace un año en el Pico Yordas que es justo el que esta encima de la cabeza de Julio.

El cordal se nos hace muy largo, pero poco a poco nos vamos acercando al Pandian.

Otra foto de Julio con el pantano y con el Yordas, justo encima de el.

 Mas pantano.

Llegamos al último tramo para llegar a la cumbre.

Jelu y Raul van en cabeza.

Llegando ya a la cumbre fotografío al pueblo de Cuénabres.

Y a Casasuertes, un pueblecito totalmente perdido entre las montañas.

 Son ya casi las tres de la tarde. Lo primero a disfrutar de la comida en la cumbre con unas magníficas vistas en todas direcciones.

El macizo de los Mampodres, con varias cumbres de dos mil metros.

El Pico Yordas de 1.964 mt. En Junio del año pasado pisamos su cumbre.

En la dirección contraria tenemos el Curavacas al fondo a la izquierda, a su lado Peñas Malas, y a la derecha el Murcia.

Un poco mas a la derecha el Espigüete. El sábado pasado lo veíamos por su cara opuesta.

Disfrutando a tope de la cumbre.

Tras comer y relajarnos, la foto de cumbre. Una hacia el norte con los Picos al fondo.

Y otra hacia el sur con el pantano y las montañas que lo rodean.

 Ya nos hemos relajado, ya hemos disfrutado, ¡ahora para abajo, que no nos podemos quedar aquí para siempre! (por desgracia).

 La cara norte del Pandian mucho mas abrupta que el resto.

Todo el cordal que hemos recorrido para llegar hasta aquí, con el Espigüete al fondo.

 Dejamos el cordal para ir en busca del camino que desciende por el valle. En este primer tramo lo hacemos siguiendo senderos de ganado que aveces no sabemos muy hacia donde nos llevan.

Llegamos a una vega en donde pastan unos magníficos ejemplares de caballo.

 De vez en cuando una paradita en el camino, Jelu siempre aportando ideas para intentar arreglar el pais. Parece que Sara también tiene algo que aportar.

Llegamos al fondo del valle y por cómodos  senderos en un principio, y por un camino después, nos vamos acercando al final de la ruta de hoy.

 Pasamos por un coqueto refugio rodeado por las sempiternas escobas.

Antes de llagar al coche nos encontramos con una víbora en el medio del camino. Se intentaba proteger metiendo la cabeza entre las piedras. Finalmente salio huyendo hacia la orilla.

Y esto fue todo, fue todo, amigos. Gracias al mal tiempo por la costa, hemos cosechado otro dos mil que andaba por ahí escondido y que de no haber sido por esta circunstancia, vaya usted a saber si lo habríamos visitado alguna vez, y de verdad que la zona merece muy mucho la pena.

Un vídeo como siempre, para que ustedes disfruten, espero.